Por fin la entrada dedicada al C.P. Begoña. Las sesiones en este cole fueron un sandwich! A las diez un grupo, después sesión con las familias, organizada a través de la AMPA del colegio, y por último otra sesión con otro grupo de alumnado.
Como en otras ocasiones, después de hacer unos movimientos de distensión muscular, empezaron las intervenciones musicales.
Paula, adaptándose al teclado, que es muy diferente a tocar en un piano de verdad.
Andrés con su contrabajo mientras dos participantes sienten en sus manos la vibración del sonido. Como se puede comprobar es un contrabajo pequeño.
Lo mismo que se pudo sentir en el violoncello de María. Su cello también es pequeño. Cuando está dentro de la funda casi parece una guitarra.
Diego, que está matriculado en tuba, también estudia con un instrumento más pequeño. De momento toca con un bombardino. Para muchos de sus compañeros resultó toda una sorpresa esa adaptación de los instrumentos. Cuando ven la tuba y el contrabajo grandes piensan "¡Yo no puedo tocar eso!"
Para Ana, que toca la viola, era su primera actuación en el colegio. Al fondo, en la pared , se ven los murales con los que se está trabajando la obra "Piccolo, saxo y compañía", que es la que unifica todo nuestro proyecto este curso.
Después les llegaba el turno a las familias. En el horario al que se selebra la sesión hay mucha gente que trabaja y no puede asistir, así que los participantes eran unos privilegiados que aprovecharon muy bien la ocasión.
Aprendieron a ser más conscientes de los puntos claves para mantener el equilibrio de su cuerpo. Después de los ejercicios estaban mucho más distendidos y relajados. Además se fueron con las ideas más claras sobre cómo ayudar a sus hijas/os a tener una actitud postural más saludable.
Y después, la sesión con el otro grupo. Los músicos volvieron a interpretar sus obras y a experimentar ejercicios de activación previos a la actuación, y de relajación al final de la misma.
Y, también como en la sesión anterior, ¡se facilitó la participación activa del público!
Cuando llegan a la clase se sientan emocionados en las sillas y se comprueba una situación muy familiar para la mayoría: sus pies quedan colgando. ¿Saben lo que cansa estar sentado sin apoyar los pies en el suelo? Las piernas pesan y la espalda se curva.
Cuando les pido que apoyen sus pies, alguno me señala que le han recomendado pegar la espalda siempre bien al respaldo. Cierto, pero en este caso es más importante que los pies estén en el suelo. Lo ideal sería que cada uno tuviese una silla del tamaño adecuado o que se pudiese regular en altura. Están acostumbrados a doblarse por la cintura y siguen curvados.
Después, aprenden a sentir el apoyo de los pies en el suelo y la articulación de la pierna en la cadera, con lo cual ya están algo más derechos. Estando bien sentados todo su organismo funcionará mejor y les resultará más fácil mantener la concentración. ¡Gracias a estos cuatro estupendos voluntarios que me ayudaron a poner este ejemplo!
Ada, la profesora de música, aprovechó la ocasión para enseñar a su alumnado, en vivo y en directo, la diferencia entre la boquilla de mi clarinete y la del bombardino de Diego. Y también demostró la diferente forma de producir el sonido: con la vibración de la caña en mi caso y con la de los labios en el de Diego.
Y Ada, se atrevió, una vez más, a demostrar sus dotes como posible clarinetista, por lo que fue recompensada con una gran ovación de su alumnado.
Fue un verdadero placer pasar la mañana con vosotros. Recordaros que volveremos a vernos el día 31 de este mes de enero, en la segunda sesión de Postura sana en el C.P. Begoña.
Hasta entonces, os dejo con un vídeo del segundo movimiento del "Concierto para clarinete y orquesta" de Mozart. En las sesiones, suelo interpretar con mi clarinete, un fragmento de este movimiento y es un verdadero placer comprobar la tranquilidad que contagia en los que lo escuchan. ¡En la sesión que hice con los padres fue todo un éxito!.
Los adultos lo conocerán como parte de la banda sonora de la película "Memorias de áfrica". Disfruten pues, de una de las obras más grandes de la historia de la música, interpretada por Sabine Meyer, una de las mejores clarinetistas del mundo.
Qué aspecto tan vital es la postura...que excelente e inspiradoras ideas y experiencias las que compartes...Gracias!!!
ResponderEliminarGracias a ti por tomarte la molestia de participar con tu comentario. Me alegra que te resulte inspirador mi trabajo.
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